"Me dieron la espalda justo ahora cuando más necesito"
DETRAS DE UN SUEÑO
Estudiar para salir adelante es su meta, al igual que muchos jóvenes en el país no tiene los medios para hacerlo, un mal momento económico la tiene bajoneada. Al borde de la desesperación quiere compartir su historia.
Sabes que estoy pasando por un mal momento, me gustaría que las personas sepan como me siento, no sé por qué... tal vez así me sienta mejor. Mi vida siempre fue difícil, a duras penas pude terminar el colegio, con algunas ausencias, a veces no me iba porque me faltaban copias que hacer, en algunos casos me sentía triste porque me daba cuenta que ya no podía más. Una vez decidí dejar de asistir porque estaba mal económicamente, en eso apareció una persona y me dio la fuerza que yo estaba necesitando y le estoy agradecida y luego decidí que yo podía. Llegó el gran día de los exámenes, pude pasar con mucha fe y confianza, no con las mejores notas, pero pasé, me sentí tan feliz, con más razón que mi papá me prometió que vendría en la entrega de los certificados. Una semana estuve llena de alegría pero mi papá jamás llamó, no se comunicó, yo traté pero jamás pude hacerlo. Llegó el gran día, era sábado a las cinco de la tarde, todos estábamos en el colegio con la familia, estaba mi mamá, mi madrina y mis hermanas. Ya se entregaban los certificados, mi papá jamás llegó, yo lo seguía esperando. Pasaban las horas ya ibamos a bailar el vals y yo veía que estaban todos con sus padres y solo seguía esperando pero para nada, mi papá jamás llegó. Por eso salí temprano de la fiesta. Al día siguiente él llegó, me felicitó pero hizo como si no le importara, dolió.
Un mes después, decidí ingresar a la facultad, elegí una carrera que me gusta, enfermería, descartando lo que verdaderamente quería estudiar: derecho...era mi sueño, recibirme de abogada y escribir libros, así poder sacar mis novelas a la luz.
La enfermería me gusta, quiero ayudar a la gente que de verdad necesita, me hace sentir bien y tenía pensado salir adelante con ella. Hace dos semanas que me estoy yendo, y soy muy feliz, tan feliz que no sé cómo explicarlo. Mi papá fue quien me ayudó a pagar la matrícula, pero con el pasaje y llevar para comer yo me las he estado viendo sola, haciendo peinados que aprendí en un curso de peluquería, gracias a eso, pude juntar para mi pasaje, era poco pero hasta ayer me alcanzó para ir a la facultad. Ahora ya no sé qué hacer, no encuentro trabajo, yo deseo estudiar para poder salir adelante. No pierdo las esperanzas, pero a veces, me siento muy triste, como ahora que no voy a poder ir, voy a perder clases. A mi mamá ya no le puedo pedir más, ella hace sombreros y gracias a ella comemos todos los días. Las personas que se ofrecieron ayudarme, me dieron la espalda justo ahora cuando más las necesito. Estoy sola en esto, pero si Dios quiere se que voy a salir adelante!.
¿Qué opinas de mi caso?, mirá que fui lo más sincera que pude.
LA MAMI DEL 6, DE LIMPIO, 19 AÑOS.
RESPUESTA:
La vida está llena de decisiones, vos sos la protagonista, la que asume los desafíos. Todo lo que se consigue a base de sacrificios se valora mucho más a la larga, cientos de jóvenes como vos están con el mismo drama, la falta de trabajo y educación para todos, pero a veces, en la crisis se pueden ver muchas oportunidades. No te des por vencida, conozco a muchas personas que lograron sobresalir pese a todas las dificultades. Desanimarte es la última opción. Busca alternativas sin perder nunca la dignidad, promocioná las creaciones artesanales que hace tu mamá ó, pedí prestado...cumplí en devolver aunque te lleve años... No descartes ningún sueño, todo tiene su momento, la vida es una rueda constante y las metas son el combustible para seguir adelante, si te propones todo te va a salir bien, es cuestión de actitud, inciativa y fe en vos misma...todo lo demás se salva.
Estudiar para salir adelante es su meta, al igual que muchos jóvenes en el país no tiene los medios para hacerlo, un mal momento económico la tiene bajoneada. Al borde de la desesperación quiere compartir su historia.
Sabes que estoy pasando por un mal momento, me gustaría que las personas sepan como me siento, no sé por qué... tal vez así me sienta mejor. Mi vida siempre fue difícil, a duras penas pude terminar el colegio, con algunas ausencias, a veces no me iba porque me faltaban copias que hacer, en algunos casos me sentía triste porque me daba cuenta que ya no podía más. Una vez decidí dejar de asistir porque estaba mal económicamente, en eso apareció una persona y me dio la fuerza que yo estaba necesitando y le estoy agradecida y luego decidí que yo podía. Llegó el gran día de los exámenes, pude pasar con mucha fe y confianza, no con las mejores notas, pero pasé, me sentí tan feliz, con más razón que mi papá me prometió que vendría en la entrega de los certificados. Una semana estuve llena de alegría pero mi papá jamás llamó, no se comunicó, yo traté pero jamás pude hacerlo. Llegó el gran día, era sábado a las cinco de la tarde, todos estábamos en el colegio con la familia, estaba mi mamá, mi madrina y mis hermanas. Ya se entregaban los certificados, mi papá jamás llegó, yo lo seguía esperando. Pasaban las horas ya ibamos a bailar el vals y yo veía que estaban todos con sus padres y solo seguía esperando pero para nada, mi papá jamás llegó. Por eso salí temprano de la fiesta. Al día siguiente él llegó, me felicitó pero hizo como si no le importara, dolió.
Un mes después, decidí ingresar a la facultad, elegí una carrera que me gusta, enfermería, descartando lo que verdaderamente quería estudiar: derecho...era mi sueño, recibirme de abogada y escribir libros, así poder sacar mis novelas a la luz.
La enfermería me gusta, quiero ayudar a la gente que de verdad necesita, me hace sentir bien y tenía pensado salir adelante con ella. Hace dos semanas que me estoy yendo, y soy muy feliz, tan feliz que no sé cómo explicarlo. Mi papá fue quien me ayudó a pagar la matrícula, pero con el pasaje y llevar para comer yo me las he estado viendo sola, haciendo peinados que aprendí en un curso de peluquería, gracias a eso, pude juntar para mi pasaje, era poco pero hasta ayer me alcanzó para ir a la facultad. Ahora ya no sé qué hacer, no encuentro trabajo, yo deseo estudiar para poder salir adelante. No pierdo las esperanzas, pero a veces, me siento muy triste, como ahora que no voy a poder ir, voy a perder clases. A mi mamá ya no le puedo pedir más, ella hace sombreros y gracias a ella comemos todos los días. Las personas que se ofrecieron ayudarme, me dieron la espalda justo ahora cuando más las necesito. Estoy sola en esto, pero si Dios quiere se que voy a salir adelante!.
¿Qué opinas de mi caso?, mirá que fui lo más sincera que pude.
LA MAMI DEL 6, DE LIMPIO, 19 AÑOS.
RESPUESTA:
La vida está llena de decisiones, vos sos la protagonista, la que asume los desafíos. Todo lo que se consigue a base de sacrificios se valora mucho más a la larga, cientos de jóvenes como vos están con el mismo drama, la falta de trabajo y educación para todos, pero a veces, en la crisis se pueden ver muchas oportunidades. No te des por vencida, conozco a muchas personas que lograron sobresalir pese a todas las dificultades. Desanimarte es la última opción. Busca alternativas sin perder nunca la dignidad, promocioná las creaciones artesanales que hace tu mamá ó, pedí prestado...cumplí en devolver aunque te lleve años... No descartes ningún sueño, todo tiene su momento, la vida es una rueda constante y las metas son el combustible para seguir adelante, si te propones todo te va a salir bien, es cuestión de actitud, inciativa y fe en vos misma...todo lo demás se salva.
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