"Dejamos de tener sexo porque tengo miedo"
CUANDO SUPO DE SU ENFERMEDAD
La felicidad completa les duró poco, desde que escuchó que algunas personas con su mismo padecimiento pueden tener complicaciones en la intimidad se bloqueó. Ya no le toca a su señora desde hace varios días por más que quiere, los sentimientos de culpa no le dejan.
Soy un hombre felizmente casado hace 2 años, nunca tuvimos peleas hasta ahora que estamos teniendo un pequeño problema en la cama, bueno en realidad yo soy el problema. Me apena decirlo, hace un mes me diagnosticaron una enfermedad que no se la deseo a nadie, diabetes. Dejamos de tener sexo no porque no pueda sino porque tengo miedo.
Bueno, me costó asimilarlo, hasta ahora, es que, desde que nos enteramos mi vida se convirtió en un infierno y detrás de mi, está sufriendo también ella.
Creo que las cosas empeoraron hace algunos días, muy poco hablamos del tema, y lo que más me tiene mal es que ya no tenemos relaciones sexuales. Pasó que escuché decir que con esta enfermedad se pueden tener problemas de impotencia y eso me trabajó tanto. No perdí las ganas pero ahora ya no me animo a tocarle por vergüenza a no rendirle o algo así, pero a la vez a mi me preocupa, tengo miedo de que me engañe con otro. Ella es una mujer muy linda, sana, tiene muchos amigos y oportunidad si quiere tener algo con alguien por ahí.
Nos casamos al poco tiempo de ser novios. Más nos apuramos porque su mamá quería que ella se case antes de salir de su casa, o sea, ella viene de una de las pocas familias que se manejan todavía a la antigua. Igual aguanté todo, porque realmente la quiero, ella es mi todo y ahora vengo a fallarle así. Justo que estábamos pensando en tener un hijo, creo que le arruiné la vida a la persona que más amo en esta vida.
En mi casa, mi mamá es la que siempre se opuso en que me casara, pero la ignoré, ni siquiera la invité al casamiento, que fue algo sencillo pero muy lindo. No la invité porque mi mamá en aquel entónces era capaz de entrar a la iglesia, armar un escándalo y secuestrarme con tal de que no me case, y no estoy exagerando. Ella tiene sus motivos -son parte de otra historia- ya hicimos las pases pero al saber de mi enfermedad, me dijo que lo que me pasa es "un castigo de Dios", y todo se me vino encima.
No puedo entender por qué a mi me pasó, es que tengo tanta mala suerte o la felicidad nunca puede ser tan completa, no sé, pero si que mi vida en pareja ya no es la misma. Me siento muy mal pero nunca digo lo que pienso, ¿para que preocuparla?. Aunque no puedo evitar plaguearme por cualquier cosa, o la atormento a la hora de la comida por boludeses, me cuesta dejar el azúcar y otras comidas que para mi eran sagradas, lo mismo con el sexo.
No quiero perderla, pero sé que si sigo con mi carácter podrido, corro el riesgo de perderla, de madar al mazo mi relación, qué puedo hacer para no sentirme tan culpable de todo?.
"No perdí las ganas pero ahora ya no me animo a tocarle por vergüenza a no rendirle o algo así, pero a la vez a mi me preocupa, tengo miedo de que me engañe con otro".
"Mi mamá no me perdona que me casé, estamos bien, pero me dijo al saber de mi enfermedad, que es "un castigo de Dios", y todo se me vino encima".
DELIO, DE CAPITAN BADO, 21 AÑOS
RESPUESTA: Hay que hacer algo urgente con esa autoestima que la tienes por el suelo, no des todo por perdido sin ántes librar la batalla. Las culpas dejalas debajo de la cama, que no te jodan cuando estás con tu pareja encima. A veces uno puede sentirse incomprendido ante las circunstancias pero peleá para que no te afecten al punto de perder todo lo que amas por falta de información, prejuicios, mitos o complejos. La diabetes es crónica pero tiene tratamiento, es preferible que te la hayan detectado ahora, hay gente que pasa años sin saber que la padece hasta que se descompensa. Es justamente en la falta de cuidados que se pueden dar las complicaciones, pero buscá los puntos claros, no todo es obscuro. Podes hacer una vida normal, tener sexo, hijos siempre y cuando hagas caso a las recomendaciones médicas. Sacáte tus dudas con los especialistas, entre rumores de pasillo lo único que consigues es afianzar tus miedos. Con tu pareja hablá, contale lo que te pasa, sin argelerías, cuesta pero es la única forma de saber cómo afrontar los problemas, juntos. Lo peor es quedarse callado.
La felicidad completa les duró poco, desde que escuchó que algunas personas con su mismo padecimiento pueden tener complicaciones en la intimidad se bloqueó. Ya no le toca a su señora desde hace varios días por más que quiere, los sentimientos de culpa no le dejan.
Soy un hombre felizmente casado hace 2 años, nunca tuvimos peleas hasta ahora que estamos teniendo un pequeño problema en la cama, bueno en realidad yo soy el problema. Me apena decirlo, hace un mes me diagnosticaron una enfermedad que no se la deseo a nadie, diabetes. Dejamos de tener sexo no porque no pueda sino porque tengo miedo.
Bueno, me costó asimilarlo, hasta ahora, es que, desde que nos enteramos mi vida se convirtió en un infierno y detrás de mi, está sufriendo también ella.
Creo que las cosas empeoraron hace algunos días, muy poco hablamos del tema, y lo que más me tiene mal es que ya no tenemos relaciones sexuales. Pasó que escuché decir que con esta enfermedad se pueden tener problemas de impotencia y eso me trabajó tanto. No perdí las ganas pero ahora ya no me animo a tocarle por vergüenza a no rendirle o algo así, pero a la vez a mi me preocupa, tengo miedo de que me engañe con otro. Ella es una mujer muy linda, sana, tiene muchos amigos y oportunidad si quiere tener algo con alguien por ahí.
Nos casamos al poco tiempo de ser novios. Más nos apuramos porque su mamá quería que ella se case antes de salir de su casa, o sea, ella viene de una de las pocas familias que se manejan todavía a la antigua. Igual aguanté todo, porque realmente la quiero, ella es mi todo y ahora vengo a fallarle así. Justo que estábamos pensando en tener un hijo, creo que le arruiné la vida a la persona que más amo en esta vida.
En mi casa, mi mamá es la que siempre se opuso en que me casara, pero la ignoré, ni siquiera la invité al casamiento, que fue algo sencillo pero muy lindo. No la invité porque mi mamá en aquel entónces era capaz de entrar a la iglesia, armar un escándalo y secuestrarme con tal de que no me case, y no estoy exagerando. Ella tiene sus motivos -son parte de otra historia- ya hicimos las pases pero al saber de mi enfermedad, me dijo que lo que me pasa es "un castigo de Dios", y todo se me vino encima.
No puedo entender por qué a mi me pasó, es que tengo tanta mala suerte o la felicidad nunca puede ser tan completa, no sé, pero si que mi vida en pareja ya no es la misma. Me siento muy mal pero nunca digo lo que pienso, ¿para que preocuparla?. Aunque no puedo evitar plaguearme por cualquier cosa, o la atormento a la hora de la comida por boludeses, me cuesta dejar el azúcar y otras comidas que para mi eran sagradas, lo mismo con el sexo.
No quiero perderla, pero sé que si sigo con mi carácter podrido, corro el riesgo de perderla, de madar al mazo mi relación, qué puedo hacer para no sentirme tan culpable de todo?.
"No perdí las ganas pero ahora ya no me animo a tocarle por vergüenza a no rendirle o algo así, pero a la vez a mi me preocupa, tengo miedo de que me engañe con otro".
"Mi mamá no me perdona que me casé, estamos bien, pero me dijo al saber de mi enfermedad, que es "un castigo de Dios", y todo se me vino encima".
DELIO, DE CAPITAN BADO, 21 AÑOS
RESPUESTA: Hay que hacer algo urgente con esa autoestima que la tienes por el suelo, no des todo por perdido sin ántes librar la batalla. Las culpas dejalas debajo de la cama, que no te jodan cuando estás con tu pareja encima. A veces uno puede sentirse incomprendido ante las circunstancias pero peleá para que no te afecten al punto de perder todo lo que amas por falta de información, prejuicios, mitos o complejos. La diabetes es crónica pero tiene tratamiento, es preferible que te la hayan detectado ahora, hay gente que pasa años sin saber que la padece hasta que se descompensa. Es justamente en la falta de cuidados que se pueden dar las complicaciones, pero buscá los puntos claros, no todo es obscuro. Podes hacer una vida normal, tener sexo, hijos siempre y cuando hagas caso a las recomendaciones médicas. Sacáte tus dudas con los especialistas, entre rumores de pasillo lo único que consigues es afianzar tus miedos. Con tu pareja hablá, contale lo que te pasa, sin argelerías, cuesta pero es la única forma de saber cómo afrontar los problemas, juntos. Lo peor es quedarse callado.
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