“Todo lo que gana mi pareja lo gasta en la maldita droga”


LO QUE CALLAMOS



Ella pasa hambre y necesidades porque su marido no puede salir del vicio, a veces piensa en dejarlo pero sigue con él, esperando que un milagro les transforme la vida.

Me siento triste, hay días en que tengo ganas de gritar para desahogarme, hoy preferí escribirte para compartir mi historia.
Estoy acompañada hace 3 años, al comienzo fue todo color de rosa con mi pareja, después empezó a tener malas compañías y cambiar conmigo.
Yo le daba dinero para comprarnos cosas para comer, pero él nunca me traía mi pedido y venía después de tres días pálido, flaco y con muchas ganas de dormir. Empecé a notar que empezaba a drogarse. Supe que probó marihuana, cocaína y hoy día su perdición es el chespi.
Me duele porque mis hijos y yo solemos pasar hambre. Tengo 2 hijos y uno en camino, el primero no es suyo, su verdadero papá me envía la prestación alimentaria y de eso estamos viviendo porque mi pareja lo que gana como ayudante de albañil lo gasta todo en la maldita droga, dice que con eso olvida sus problemas.
No sé qué más puedo hacer, ya lo apoyé en todo, hasta yo misma me puse un día a fumar con él para que deje pero fue imposible. Llegó a internarse más de 15 días, no aguantó, salió y siguió con su vicio.
Yo no soy adicta, fumaba para ver si él dejaba pero de nada me sirvió el sacrificio, le sigo aguantando por mis hijos pero me dan ganas de dejarle e irme lejos. Cuando no está con la droga es una persona buena, un padre amoroso que le dedica tiempo a sus hijos. Sigo apoyandolo porque somos una familia y cuando una familia está unida vence al mal y me gustaría dejar un mensaje a los jóvenes, que no se dejen llevar por falsos y malos amigos, que luchen contra los vicios.
Mi vida siempre estuvo marcada por la tristeza, cuando cumplí los 4 años mi mamá me dio en adopción con una familia que me cuidó bien hasta que tuve un problema con la hija de la señora. Yo tenía 16 años y el marido de mi hermana postiza quiso abusar de mi pero no me creyó, tampoco la señora de la casa, y me echaron.


GLADYS, DE VILLA ELISA, 24 AÑOS.

RESPUESTA: Hay cosas que no se negocian dentro de la relación y menos cuando tus hijos están pasando necesidades. Tener una familia es asumir una responsabilidad donde no se esquivan los problemas sino más bien se resuelven en equipo. Si él no está en condiciones, lo mejor sería tomar otro camino, sin dejar de apoyarlo a que deje el vicio. Probá buscar asistencia en el Centro de Adicciones, ver si puede ingresar a un programa de rehabilitación, proponerse a cambiar. El chespi o crac, es el resto de la cocaína con una parte de bicarbonato de sodio, altamente adictiva y que rápidamente acaba con el cerebro. Pueden aparecer “paranoias, alucinaciones y perdida progresiva de memoria”. Si sigues justificando a tu pareja corres el riesgo de perderlo para siempre porque llega un punto en que se daña todo lo que se ama y con ello toda posibilidad de ser feliz. Hace eso pensando en tus niños más que nada porque ellos están creciendo con un mal ejemplo, puede que se formando un concepto equivocado del consumo de drogas, lo acepten o hasta peor aún lo imiten dentro de poco. Mantené la fe de que todo puede mejorar pero hacé algo para que eso sea una realidad no solo quedarte en buenos deseos.


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