“No me da más amor ni cariño, prefiere el juego”

 

TEME PERDERLO

Hace 4 años que su pareja pierde el control con las apuestas, perdió el interés en todo lo demás, de un tiempo a esta parte ni siquiera la toca, ella no puede evitar pensar que exista otra mujer en su vida.

Mi marido es un enfermo del casino, ya no sé qué hacer!, me animé a contarte mi historia, para ver si puedes orientarme porque estoy en un mar de dudas. Desde que lo conozco, siempre fue vicioso del juego, pero ahora me dejó de lado, ya no quiere nada conmigo, nada. No me da más amor, ni sexo, nada...me preocupa mucho porque lo amo.

Yo llego a casa a las 6 de la tarde y no lo encuentro, sale a jugar y vuelve recién a las 12 de la noche o al otro día, se pasa en el casino, jungando y eso está mal. Tiene un trabajo, gana muy bien pero su dinero gasta todo en juegos, ya ni compra nada para la casa.

Quiero creer que me ama pero no puedo evitar pensar ¿será que tiene otra?, qué le tiene así de loco?. Pienso que tiene otra mujer que le da placer y por eso no me hace más caso?, la verdad es que tengo miedo de perderlo. Algunas veces lo acompaño, cuando no llego tan cansada del trabajo pero la mayoría de las veces va solo, y entónces le pregunto a sus conocidos y me dicen que no, que nunca lo vieron con otra mujer.

No es consciente de que tiene un problema, algunas veces parece que se da cuenta, y se deja unos días pero termina haciendo siempre lo mismo. Una vez consultó con un doctor pero no fue constante, ahora está peor, más que nunca apuesta todo.

Gana y me da pero cuando pierde se deprime, deja de hablar, no me hace caso. Llega en casa, me saluda y se duerme, si es que no regresa al día siguiente borracho y eso me preocupa tanto como que no me pide para hacer nada, no me da más cariño. Antes no hacía falta que le pida, él se me tiraba encima, me daba todo. Cada dos veces por semana tenemos últimamente pero solo porque yo se lo pido ultimamente.

Hace mucho que apuesta, no sé exactamente hace cuánto, pero sí hace mucho. Ahora él tiene 25 años, hace cuatro años que vivimos juntos.

Nuestra idea era juntar plata para comprarnos para nuestra casita, por lo pronto estamos viviendo en alquiler nomás, todavía no tenemos hijos porque queremos para nuestras comodidades primero.

Yo no sé si dejarlo o separarme, porque mucho ya luché por él, cambia un mes, me dice que está arrepentido y después vuelve a jugar. Ya le hablé mucho pero nada resulta.

Solo necesito un poco de aliento para seguir con esto, porque a veces parece que las fuerzas se me acaban y siento que me está matando. ¿Qué me aconsejas, cómo puedo ayudarlo?.

“Gana y me da pero cuando pierde se deprime, deja de hablar, no me hace caso. Llega en casa, me saluda y se duerme, si es que no regresa al día siguiente borracho”

HISTORIAS

Podes enviar tu historia de amor o desamor por mensajes de texto al 0983910842 para ser publicadas.

AZUCENA, DE VILLA HAYES, 24 AÑOS.

RESPUESTA: La adicción al juego debe ser tratada con asistencia psicológica y en lo posible buscar también la ayuda de los pares que resolvieron salir del pozo. En nuestro país existe un grupo llamado “Jugadores Anónimos”, tengo entendido que una de las sedes funciona en la Parroquia Tres Reyes de Lambaré. Comparten sus experiencias y ensayan las maneras de mantenerse al margen de las apuestas. Tu pareja necesita que ahora seas su cable a tierra, seguir adelante en tu intento de hacerle ver que todos los sueños o proyectos que tienen juntos corren el riesgo de esfumarse si él no controla esos impulsos. No esperes que acepte que tiene un problema, a veces es cuestión de que tomes la iniciativa, cambies la rutina, porque las personas que están obsesionadas con ganar, se olvidan de todo. Dejan de darle importancia a aquellas cosas que forman parte de su vida, los afectos, valores, proyectos, hasta llega un punto en que se olvidan de sí mismas.Te voy a buscar más datos del grupo de autoayuda y mientras tratá de dominar tus celos, cuida de que duerma y se alimente bien, porque son cosas básicas que se pierden. La ludopatía no aparece de la noche a la mañana, sino es un mal progresivo, pero no te desanimes, siempre hay esperanzas de salir adelante por más oscuro que se vea el camino.