La empleada y yo

Hace un mes que vino a trabajar en una casa de familia acomodada de Asunción la chica que conquistó el corazón de Eugenio (25). Lo que no sabe es qué puede pasar, ya hizo de todo con la empleada y hasta está dispuesto a casarse con ella. El único impedimiento que tiene son sus celos enfermizos.


Hace un año mi señora me dejó por otro hombre, vendimos la casa y volví con mis padres hasta que me pase el dolor de la separación. Mi vida cambió hace como un mes, cuando mamá puso a prueba a la nueva empleada que le recomendaron unos parientes del interior.
Recuerdo que a la primera oportunidad ya le anduve detrás, sin parecer exagerado, me gustó a primera vista, tenía un vaquerito y una polera ajustada que le marcaban todo. Siempre fui de tener muchas mujeres, tal vez por eso me dejó mi señora, pero esta vez, la tortilla ojeré como se dice porque de conquistador pasé a ser un simple esclavo de esa mujer.
Desde que la vi me pareció super "juky", ahora estoy loco por ella. Ya pasó de todo entre nosotros, pero me costó porque ella no me creía nada de lo que le decía, además escuchó por ahí algo de mi fama de mujeriego y mis celos enfermizos.
El primer acercamiento que tuve con ella fue en la cocina, en medio de sus quehaceres me metí para lavar mis cubiertos, ella no pudo evitar hacer una mueca como de sorprendida. Le dije que los varones también lavamos cubiertos, se quedó callada y dentro de mi una voz me decía: "Esta ya picó el anzuelo".
Pero era dura al principio, me decía lo importante que era conservar su trabajo y que el amor entre la empleada y el patrón solo pasa en las novelas. No me di por vencido, le pedí su número de celular y empezamos a chatear, todos los días a toda hora. Ya no salía de la casa, dejaron de gustarme otras mujeres, amigas de farra, y empecé a ponerle excusas a los perros para no salir a chupar un sábado a la noche.
Aproveché su día libre para seguirla hasta la parada del micro, estaba por viajar a su pueblo. La tomé del brazo, se asustó, le pedí que me mire a los ojos y me diga si yo en realidad le era indiferente como tantas veces me hacía notar.
Me dijo: yo no le quiero señor, la solté y le dije que nunca más la molestaría. Caminé unos pasos y sentí sus manos en mi espalda, di vuelta y nos besamos, casualmente, así como en las novelas...Eso fue hace un mes, ahora todos los sábados que tiene de franco nos vamos a un motel, nos comemos a besos y el resto ya imaginarás. El problema es que ella todavía duda de mis intenciones, yo tengo miedo de que mis celos me traicionen, ella es una tentación a los ojos de cualquier hombre.



"Me gustó a primera vista, tenía un vaquerito y una polera ajustada que le marcaban todo".

"Todos los días la apuraba, le decía cosas hermosas y en seco le declaré que quería tener algo con ella".



EUGENIO DE ASUNCION, 25 años


RESPUESTA.

De vez en cuando hay que darse una licencia para soñar, ¿no crees?. Siempre digo que el amor es una realidad que supera a las novelas, son situaciones que se pueden dar y depende de cada uno el desarrollo de la historia apuntando a un final feliz. Tené en cuenta que ahora se están conociendo, si coinciden en que es amor lo que sienten ambos las diferencias sociales no cuentan, son las personas las que hacen notar "la diferencia de clase". Procura ser honesto con tus sentimientos, hablar con la verdad y controlar esos celos, que forman parte de las cosas que debemos pulir, así como los miedos, la inseguridad, y levantar la autoestima. Ambos son protagonistas ahora y depende de ustedes que el amor florezca no solo en un cuento de novela.

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