“La amante de mi marido, embarazada, me atropelló”

Amargamente lloró cuando su marido le confesó que sí tuvo una aventura con otra, se dejaron y ahora volvieron a darse una oportunidad aunque la mujer siempre está por ahí porque tiene un hijo con él.

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Hola licenciada, te cuento mi experiencia de haber pillado una infide, la que no se la deseo a nadie. Me quise morir cuando descubrí que mi pareja me fue infiel, me enteré de la manera más cruel, porque la propia amante que estaba embarazada vino a atropellarme en casa.

Se presentó con todas las ganas de echarme de la casa donde vivo con mi pareja, me dijo que pensó que él me iba a dejar si ella le daba un hijo. Lo que no esperaba era que yo también estaba embarazada, así que sin pena ni gloria se fue con el rabo entre las piernas.

Lo que lloré, amargamente, mi marido llegó y al verme así no tuvo más remedio que confesarme la verdad, me detalló todo lo que tuvo con ella. Se metió con la empleada de la casa donde trabajaba, dice que un día le ofreció su amistad pero después se encaprichó con él y aprovechó un problema que tuvimos para agarrarlo, dicen que siempre consigue lo que quiere y en una noche de copas pasó lo que pasó. Supuestamente que, ella le había dicho que tomaba pastillas y él más tonto le creyó y a la hora de la verdad le salió con el cuento de la cigüeña.

Con el dolor en el alma yo le dejé a mi marido cuando supe todo, pero después de un año nos dimos otra oportunidad, aunque la otra, supercaradura, nunca aceptó que no consiguió su propósito y sigue molestando.

A las dos criaturas mi marido las adora, las reconoció y les da todo su cariño y les cuida, es un buen padre, lastimosamente la mujer usa a su hijo para hacerle daño, no le deja traerle ni pasar más de la hora, pero le va a ver casi todos los días aunque le echan de la casa todo el tiempo.

Y las cosas están más o menos ahora, porque ya pasó dos años pero la otra es bastante cerrada, siempre molesta poniendo a la criatura como excusa, lo maltrata, lo tiene mal, pero no estamos en condiciones, por eso no le sacamos porque a mí me da lástima cómo le usa a su hijo, nosotros como pareja estamos bien.

No esperé que así se metiera con marido ajeno, yo la conocía de vista, tenía su novio, aunque conmigo siempre fue muy mala onda, parecía que me odiaba mucho antes de que pasen las cosas con mi pareja.

Nunca pensé que me engañaría, nunca le puse condiciones ni pruebas a nuestro amor y después de que me enteré confieso que la relación ya no es la misma, pero ahí le vamos, hace un año ya que volvimos a estar juntos, a pesar de todo.

Sospechas sí tuve porque empezó a estar distante, mi marido salía mucho, ya no me insistía para acompañarle, y ella ya no disimulaba más luego su odio.

Después de enterarme él se desesperó y me pidió perdón, y cambió mucho, en eso transcurrió mi embarazo sin dejar de ayudarme claro hasta que accedí a recomenzar de nuevo.

MARA, DE ASUNCIÓN, 36 AÑOS

RESPUESTA: Una de las primeras reacciones de la persona engañada es revivir constantemente lo ocurrido, puede llegar a ser tan abrumador e incontrolable como para  interferir en la tranquilidad de nuestros días. Otra de las respuestas asociadas al descubrimiento de la infidelidad es el cambio en la forma de ver al infiel y la relación de pareja, se quiebra la confianza tanto en esta pareja como en otras futuras llegando a no sentirse seguro en una relación.

Aparecen sentimientos de rabia, tristeza, ansiedad, sentimiento de ser víctima de alguien muy querido, que debe ser tratado independientemente a que se continúe o no con la pareja. Si decidieron reconciliarse, ahora hay que procurar cerrar la herida y recuperar la alegría, fuerza y energía de la relación. Perdonar, no se trata de dar permiso al otro para que vuelva a hacer lo mismo, sino que se puede perdonar cuidando de que ambos no se hagan daño de nuevo.

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