Los pasos para atraer al “amor de tu vida”


SI ESTÁS CANSADA DE ANDAR SOLA ATENDÉ...



Entre los pedidos que escuché de la boca de más de una mujer para este año 2014 que se inicia fue “un novio perfecto”, hay algunos trucos que podés ir ensayando mientras aparece tu alma gemela.


Cada quien tendrá en mente lo que sería esa pareja que encaje como anillo al dedo en su mundo, pero la mayoría refuerza cualidades como “cariñoso, atento, que la conquiste con detalles”. La mayoría busca una pareja soñando talvez con un amor ideal, de esos que hacen estremecer el cuerpo con una mirada, un disimulado roce de piel o quizás un dulce y encendido beso. Si estás soñamdo ese amor románticamente genial en vez de esperar te sugiero empieces a buscarlo. Conviene que sepas algunos indicios que te harán saber que estás frente al amor de tu vida que aunque parezca difícil, nada es imposible si te pones las pilas.

1- Intuición. Algunas veces hay que dejarse llevar por ese “sexto sentido” que tenemos y ver si la presencia de esa persona te moviliza de alguna manera. Hay quienes describen ese momento como un “pirî” por todo cuerpo, o ese korasõ perere cuando se asoma por la puerta, como se dice hay “química”.

2- Verbalizar. Por la boca se pide lo que se quiere, para atraer al chico de tus sueños una vez que ya lo tienes en la mira, no hace falta que se lo digas a él sino a vos misma sin prejuicios y con la intención más pura, “quiero que llegue a mi vida esta persona que me hará feliz” .

3- Empoderamiento. Básicamente son ejercicios de autoestima, quererte, mimarte, abrazarte primero vos misma preparando terreno para dar amor. Adueñate de tus propios encantos, sirve hacer cosas como mirarte al espejo y descubrir que sos una persona muy bella, con energía para disfrutar de la vida.
4- Metas. Como en todo hay que fijarse metas para establecer una relación, o sea tener claro el qué y el cómo querés que sea contigo, desde lo más simple como desearte un buen día hasta que respete tus tiempos y tus espacios. Hay mujeres que por ejemplo prefieren al que abraza después de una pelea, al que celebra con ellas cuando le pasan cosas buenas o seca sus lágrimas cuando algo anda mal o sigue estando a su lado, porque simplemente la ama.


5- Exigente. Desde el principio tenés que mostrarte como sos, depende de cómo sea el que te gusta, pero a la mayoría le agrada aquella que dice lo que piensa y tiene una actitud crítica ante la vida.


6- Femenina. De vez en cuando, para probar si realmente tus encantos surten algún efecto motivador en la persona que te gusta, probá algunos juegos de seducción con la ropa, maquillaje, gestos, tratá de ser sugerente sin mostrar demasiado o evidenciar mucho.

7- Aprende a decir no. Muchas veces estamos a punto de concretar algo con ese que te hace sentir maripositas en el estómago, pero no es lo que vos te fijaste como meta. Si te das cuenta de que será una relación tóxica, aprende a decir no gracias, huir a tiempo no es cobardía se llama sensatez.

8- Esperanza. Si no encontraste aún a tu “otra mitad” no pierdas la esperanza, puede que te equivoques una y varias veces, pero tenés que verlo como parte del proceso y talvez estés más cerca de encontrar a esa persona de lo que piensas ahora mismo. Date una chance para abrir tu corazón y confiar nuevamente en el amor.

TU OTRA MITAD

Hay un libro que se llama “El amor de tu vida”, de Enriqueta Olivari, que habla de que primero hay que amarse a uno mismo antes de encontrar la otra mitad.
Se refiere a que amarse a uno mismo es, ante todo, aceptarse incondicional y completamente en todos nuestros aspectos. Amando nuestro cuerpo tal cual es, sin forzarlo a ajustarse a un modelo impuesto. Amarlo, cuidarlo y respetarlo por dentro y por fuera. Aceptar y saber expresar adecuadamente todas nuestras emociones, decir lo que sentimos es fundamental para llevar una vida sana y plena. Ayuda aprender a usar nuestra mente, para que podamos utilizarla a nuestro favor, y no en nuestra contra. Dejar las relaciones de dependencia y apego, que inevitablemente conducen al sufrimiento. Pero si uno se ama a sí mismo, podrá compartir amor, y en ese compartir hay libertad, respeto, y un profundo crecimiento. Si tenemos con quien compartirlo, lo disfrutamos y si no hay nadie, seguimos de todos modos felices con nosotros mismos, porque ya sabemos que el amor no depende de nadie más, sino que es nuestra condición natural, es nuestro estado de ser.



HISTORIAS

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CONSULTAS

Todos los días lloro
por su ausencia”

Hola licenciada, quisiera contarte mi historia, hace más de un año conocí al mejor hombre del mundo, del que me enamoré. Siendo aún muy joven, le entregué lo más importante en mi vida, mi virginidad, luego por culpa de mi familia nos tuvimos que separar por seis meses. Mi papá se había enterado de que yo tenía novio... y me mandó a casa de mi abuela, luego yo me fui a hacer mis macanadas y no hubo otra salida que volver a vivir con mi papá. Luego de una semana, yo empecé a salir y fue ahí que me enteré que él volvió a la Argentina. Yo no sabía qué hacer, lloraba noche y día. Después de tres meses él regresó, pero jamás nos volvimos a dirigir la palabra y así fueron pasando los días, hasta que me dieron la peor noticia. Mi hermana entró a mi pieza asustada, llorando y me dijo que sufrió un accidente en moto y salté de la cama y lloré desconsoladamente. Le rogué a Dios y a la Virgencita que lo salvaran, y entró en coma por tres días hasta que se fue de este mundo a quien yo más amaba. Ya no quise saber más nada de nadie, le pregunté mil veces a Dios por qué me hizo eso, pero lo que más me duele es que ni al velorio mis padres me dejaron ir. Ya pasaron 4 meses de su partida, pero yo aún pienso en él, lloro por su ausencia, dejé de comer, de interesarme por las cosas que antes me gustaban hasta que mi papá me llevó a un psicólogo. No pude ni hablar, no sabía cómo contarle que sentía un dolor tan grande y un vacío en mi corazón. Rocío, yo necesito tu ayuda, decime ¿qué tengo que hacer?

PAOLA, DE YGATIMÍ, 19 AÑOS.

RESPUESTA: Es evidente que te falta desarrollar el duelo por la pérdida significativa de ese primer amor, ese que nunca se olvida, y menos si fue así de una manera tan trágica. Te sugiero que sigas el proceso con el profesional que atiende tu caso, que te abras y le cuentes así como me lo estás contando con tanta confianza que agradezco. El proceso de duelo lleva su tiempo para tomar consciencia de la ausencia, aliviar el dolor y seguir con el motor en marcha para recuperar las fuerzas.

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