"Estuve hasta con 7 mujeres en un mes, ahora ya cambié"
POR AMOR, DEJO DE SER MUJERIEGO
El amor le cambió su forma de ver la vida, dejó de lado las relaciones fáciles para entregarse por completo a su pareja actual. Unos años a trás se dedicaba a conquistar mujeres para el solo efecto de llevarlas a la cama, hasta ahora unas se le insinúan, pero hasta ahora se resiste a la tentación.
De un tiempo a esta parte cambié mucho, debo confesar que anteriormente yo era un mujeriego, pero el amor me cambió. Quería que una mujer me ame y me trate bien y que no solo para sexo me busque.
No soy un tipo super lindo ni mucho menos super churro pero cada quien tiene sus talentos en la vida, me daba placer conquistar a la mujer que me interesaba, para eso tenía mis artes y mañas.
Hace 3 años a trás, de repente ¿no sé qué me ocurrió?, pero en ese tiempo estuve hasta con 7 mujeres en un mes y todas eran conocidas, vecinas y compañeras de trabajo. En mi vida solo había puro sexo y nada más, como dice el famoso dicho "donde ponía el ojo, ponía la bala". No importaba si eran casadas o acompañadas, yo era una máquina sexual, mi única fijación era dar placer a las mujeres, era un mujeriego nato. Siempre usaba la casa de mi hermano como reservado, pero llego un tiempo en que me cansé de esa vida, me cansé de tener sexo sin amor. Me alejé de todas y descansé un buen tiempo de todas y luego conoci a mi actual pareja, a la cual amo y quiero mucho.
Distinto es tener sexo sin sentimientos que hacerlo con la persona que uno ama de verdad. Desde que estoy de novio -más de dos años- me dedico a ella y no miro hacia a trás y mucho menos al costado. Cuesta y mucho ser fiel pero lo estoy logrando, hasta ahora tengo detrás mio a varias mujeres que de segunda me dicen las cosas o me insinúan para encararlas pero, me hago del "ñembota". Tengo varias compañeras de trabajo que son "positivas", que les gusta el sexo por el simple placer. Algunas cambiaron y son más calmadas y otras cuando estoy solo me dicen cosas,
muchas veces me atajo pero cuesta aguantar las tentaciones
el hombre es como "el gato", no perdona la carne.
Yo soy un tipo tranquilo y muy alegre, no soy de atropellar a nadie, soy cauteloso y muy discreto. Les digo que ya tengo mi pareja pero igual me hacen pensar cosas, todas ya son casadas o acompañadas pero les gusta la joda. No es cuestión de plata, solo es pura diversión, todas quieren sexo nada más.
Ahora ya no va más por la cara linda la cuestión, ahora es por el trato y dedicación, porque tanto hombres y mujeres llevan una vida muy agetreada, pasan muchas cosas y en sus hogares no encuentran la tranquilidad. Por el contrario, pelean en sus hogares con sus parejas y ahí aparece la infidelidad. Todo ser humano busca buen trato y dedicación,
aprendí mucho de mi experiencia pasada, que el hombre no es el que tiene muchas mujeres sino el que es capaz de mantener y perdurar en una relación y es responsable de sus actos.
"Los hombres actuamos muy bien, la mujer cuando está sensible es fácil de seducir, pero la larga vez el mal que haces y se te remuerde la conciencia"
"Cuando estoy solo me dicen cosas, muchas veces me atajo pero cuesta aguantar las tentaciones, el hombre es como "el gato", no perdona la carne".
ROMEO, DE ASUNCION, 28 AÑOS.
"Ganaba confianza y empezaba el juego".
No quiero pecar de orgulloso ni sobervio porque no lo soy, para la conquista solo estudiaba a cada mujer. Primero demostraba interés en ellas, veía lo que les pasaba y despacito me acercaba y me ganaba la confianza y ahí empezaba la estrategia para cada mujer. Era respetuoso y muy educado, en todo trataba de agradar y ser agradado
y cuando ellas me tomaban confianza ahí, empezaba mi jueguito. Y de a poco, usaba mi arte y maña, y, todas caían rendidas y en mi cama. Todo era carnal y apasionado,
no me enamoré nunca de nadie porque todas tenían diferentes gustos a los mios. Unas eran discretas y tímidas, otras atrevidas y salvajes, algunas muchas cosas experimentaron conmigo por primera vez y otras me enseñaron muchas cosas también. Pero de apoco me cansé de esa vida y de ser frío y sin amor, así que cambié y me alejé de esa vida de bandido.
El amor le cambió su forma de ver la vida, dejó de lado las relaciones fáciles para entregarse por completo a su pareja actual. Unos años a trás se dedicaba a conquistar mujeres para el solo efecto de llevarlas a la cama, hasta ahora unas se le insinúan, pero hasta ahora se resiste a la tentación.
De un tiempo a esta parte cambié mucho, debo confesar que anteriormente yo era un mujeriego, pero el amor me cambió. Quería que una mujer me ame y me trate bien y que no solo para sexo me busque.
No soy un tipo super lindo ni mucho menos super churro pero cada quien tiene sus talentos en la vida, me daba placer conquistar a la mujer que me interesaba, para eso tenía mis artes y mañas.
Hace 3 años a trás, de repente ¿no sé qué me ocurrió?, pero en ese tiempo estuve hasta con 7 mujeres en un mes y todas eran conocidas, vecinas y compañeras de trabajo. En mi vida solo había puro sexo y nada más, como dice el famoso dicho "donde ponía el ojo, ponía la bala". No importaba si eran casadas o acompañadas, yo era una máquina sexual, mi única fijación era dar placer a las mujeres, era un mujeriego nato. Siempre usaba la casa de mi hermano como reservado, pero llego un tiempo en que me cansé de esa vida, me cansé de tener sexo sin amor. Me alejé de todas y descansé un buen tiempo de todas y luego conoci a mi actual pareja, a la cual amo y quiero mucho.
Distinto es tener sexo sin sentimientos que hacerlo con la persona que uno ama de verdad. Desde que estoy de novio -más de dos años- me dedico a ella y no miro hacia a trás y mucho menos al costado. Cuesta y mucho ser fiel pero lo estoy logrando, hasta ahora tengo detrás mio a varias mujeres que de segunda me dicen las cosas o me insinúan para encararlas pero, me hago del "ñembota". Tengo varias compañeras de trabajo que son "positivas", que les gusta el sexo por el simple placer. Algunas cambiaron y son más calmadas y otras cuando estoy solo me dicen cosas,
muchas veces me atajo pero cuesta aguantar las tentaciones
el hombre es como "el gato", no perdona la carne.
Yo soy un tipo tranquilo y muy alegre, no soy de atropellar a nadie, soy cauteloso y muy discreto. Les digo que ya tengo mi pareja pero igual me hacen pensar cosas, todas ya son casadas o acompañadas pero les gusta la joda. No es cuestión de plata, solo es pura diversión, todas quieren sexo nada más.
Ahora ya no va más por la cara linda la cuestión, ahora es por el trato y dedicación, porque tanto hombres y mujeres llevan una vida muy agetreada, pasan muchas cosas y en sus hogares no encuentran la tranquilidad. Por el contrario, pelean en sus hogares con sus parejas y ahí aparece la infidelidad. Todo ser humano busca buen trato y dedicación,
aprendí mucho de mi experiencia pasada, que el hombre no es el que tiene muchas mujeres sino el que es capaz de mantener y perdurar en una relación y es responsable de sus actos.
"Los hombres actuamos muy bien, la mujer cuando está sensible es fácil de seducir, pero la larga vez el mal que haces y se te remuerde la conciencia"
"Cuando estoy solo me dicen cosas, muchas veces me atajo pero cuesta aguantar las tentaciones, el hombre es como "el gato", no perdona la carne".
ROMEO, DE ASUNCION, 28 AÑOS.
"Ganaba confianza y empezaba el juego".
No quiero pecar de orgulloso ni sobervio porque no lo soy, para la conquista solo estudiaba a cada mujer. Primero demostraba interés en ellas, veía lo que les pasaba y despacito me acercaba y me ganaba la confianza y ahí empezaba la estrategia para cada mujer. Era respetuoso y muy educado, en todo trataba de agradar y ser agradado
y cuando ellas me tomaban confianza ahí, empezaba mi jueguito. Y de a poco, usaba mi arte y maña, y, todas caían rendidas y en mi cama. Todo era carnal y apasionado,
no me enamoré nunca de nadie porque todas tenían diferentes gustos a los mios. Unas eran discretas y tímidas, otras atrevidas y salvajes, algunas muchas cosas experimentaron conmigo por primera vez y otras me enseñaron muchas cosas también. Pero de apoco me cansé de esa vida y de ser frío y sin amor, así que cambié y me alejé de esa vida de bandido.
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