“Seguro tiene otra, por eso mi novio me trata tan mal”
¦ Miercoles, 18 de Septiembre de 2013 »
(Foto ilustrativa.) "Estoy muy enamorada de él pero a veces cuando
nos discutimos me empieza a maltratar y pegar por la cara." - Ampliar
-
Hace unos meses que sale con un hombre mucho mayor que la tiene
comiendo de las manos, la pelea comenzó cuando ella revisó su celular,
él la golpeó.
Quiero un consejo tuyo licenciada, resulta que estoy saliendo con un
hombre mayor, que me pasa 25 años. Esta persona tiene 47 años, me gusta
mucho, estoy muy enamorada de él pero a veces cuando nos discutimos me
empieza a maltratar y pegar por la cara y siento que lo quiero dejar,
pero no puedo otra vez.
Tiene un carácter que es imposible de aguantar y también anda mensajeando con mujeres y no quiere que revise su celular porque tiene algo, por eso no quiere, seguro tiene otra. Por eso me trata muy mal. Nos conocimos en el trabajo, éramos compañeros en una fábrica de costura, empezamos a intercambiar números y salimos hace 5 meses. Ahora dejé el trabajo, él me ayuda económicamente y me voy con él a su casa todos los fines de semana.
Tiene un carácter que es imposible de aguantar y también anda mensajeando con mujeres y no quiere que revise su celular porque tiene algo, por eso no quiere, seguro tiene otra. Por eso me trata muy mal. Nos conocimos en el trabajo, éramos compañeros en una fábrica de costura, empezamos a intercambiar números y salimos hace 5 meses. Ahora dejé el trabajo, él me ayuda económicamente y me voy con él a su casa todos los fines de semana.
Prometió ayudarme a retomar mis estudios, es la primera vez que
reacciona por mí, cuando quise tocar su celular. Se disculpó después
conmigo, me juró estar arrepentido de lo que hizo.
A veces pienso que es imposible andar con él, porque soy muy celosa,
por eso más nos peleamos. Cuando se pone nervioso nomás cambia, pero ya
me dijo que nunca más me va a tocar y no quiere que le deje tampoco. No
soporto que mensajee con otras y me revienta que esconda de mí su
celular para que no revise sus mensajes.
No sé qué debo hacer, lo quiero dejar y no puedo, demasiado lo quiero y
no me animo. Quiero que me ayudes a tener una relación tranquila y cómo
puedo entender por qué me dan esas ganas de querer mensajearle y
llamarle a cada segundo, no sé cómo evitar eso.
SONIA, DE YPANE, 22 AÑOS
RESPUESTA: Creo que están arrancando con el pie
izquierdo si es que hay celos, desconfianza y violencia de por medio. Si
quieren darse una oportunidad tendrán muchas veces que ceder y mejorar
la comunicación entre los dos, fijarse metas y trabajar por ellas. Hay
que trabajar la autoestima y seguridad, aprender a reconocer cuando es
una relación tormentosa que te hace mal. Aprovecho para contarte sobre
el ciclo de la violencia y espero que le sirva a otras mujeres que se
sientan identificadas con tu historia.
Ciclo de la violencia
Las mujeres que experimentan violencia doméstica siguen un patrón
definido de relación con su pareja, al que se denomina el ciclo de
violencia. Este ciclo se divide en tres fases que se repiten una y otra
vez: acumulación de tensión, crisis y luna de miel.
Él empieza con pequeñas agresiones, insultos, reclamos, enojo; ella trata de calmar a su pareja para que la violencia no suba de tono: se comporta cariñosa, complaciente, evita molestarlo. Aunque no lo exprese, se siente enojada y para aguantar la situación ella se refugia en la negación, justifica la conducta de su pareja.
Con el tiempo, los incidentes menores se hacen más frecuentes y él aumenta su posesión, la humilla y las agresiones verbales se vuelven más hostiles. Ella se cansa y se empieza a alejar de su pareja, él percibe esta conducta como una amenaza de abandono, por lo que aumenta su nivel de opresión.
Todo lo que ella hace se presta a malas interpretaciones; la persigue, la acosa y la tensión entre ellos se vuelve insoportable. Se desata la agresión, puede ser tan traumática hasta sentir que no está pasando. Las víctimas experimentan depresión y sentimientos de desesperanza y empieza la luna de miel.
Durante este período, él cambia radicalmente su conducta mostrándose cariñoso, amoroso y considerado. Se arrepiente de la agresión, pide perdón y promete que no volverá a ocurrir. Y todo vuelve a comenzar si no te decides a cortar con la violencia, denunciando.
Él empieza con pequeñas agresiones, insultos, reclamos, enojo; ella trata de calmar a su pareja para que la violencia no suba de tono: se comporta cariñosa, complaciente, evita molestarlo. Aunque no lo exprese, se siente enojada y para aguantar la situación ella se refugia en la negación, justifica la conducta de su pareja.
Con el tiempo, los incidentes menores se hacen más frecuentes y él aumenta su posesión, la humilla y las agresiones verbales se vuelven más hostiles. Ella se cansa y se empieza a alejar de su pareja, él percibe esta conducta como una amenaza de abandono, por lo que aumenta su nivel de opresión.
Todo lo que ella hace se presta a malas interpretaciones; la persigue, la acosa y la tensión entre ellos se vuelve insoportable. Se desata la agresión, puede ser tan traumática hasta sentir que no está pasando. Las víctimas experimentan depresión y sentimientos de desesperanza y empieza la luna de miel.
Durante este período, él cambia radicalmente su conducta mostrándose cariñoso, amoroso y considerado. Se arrepiente de la agresión, pide perdón y promete que no volverá a ocurrir. Y todo vuelve a comenzar si no te decides a cortar con la violencia, denunciando.
Carlos Horacio Villalba · Suscribirse · Comentarista destacado · Propietario en Multiservice
Muy
interesante la conclusión de la Lic. se destaca que debe primar el
dialogo, y saber cuando no vá mas una relación cortarlo a tiempo, antes
de profundizar más contrayendo compromisos que luego sean difíciles de
romper.. EL PROBLEMA NO ESTA EN TORPEZAR CON LA MISMA PIEDRA, SI NO QUE
TE GUSTE LA PIEDRA..
Comentarios
Publicar un comentario