Terapia de la belleza aplican en el Bañado
Clases de peluquería en la
organización de mujeres “Por la sonrisa de un niño” del Bañado
Sur, asistida por la Diben.
CURSOS DE PELUQUERÍA
Son 26 recicladoras que aprenden a
levantar la autoestima y mejorar sus ingresos
“Ayuda a la autoestima, para nosotras
era difícil pensar siquiera entrar a una peluquería, ahora nosotras
mismas nos hacemos los peinados y también a nuestros hijos”, contó
Silvia Moreno, la presidenta de la organización de mujeres “Por la
sonrisa de un niño”, del barrio Caacupemí del Bañado Sur.
Son madres “gancheras” que se
juntaron con la bendición del pa’i Oliva en el 2009 para abrir un
comedor donde más de 80 criaturas reciben almuerzo todos los días.
En muchos casos es la única comida en el día de los peques que
viven avei del reciclado.
Con la ayuda de la Diben, aparte de la
provisión de víveres, actualmente lograron equipar la coqueta sala
de peluquería donde 26 madres estudian después del trabajo.
Desde abril que están con los cursos,
ya aprendieron desde lo básico como lavado, brushing, corte, hasta
lo más delicado como tinte, alisado progresivo ere eréa. Algunas
más valéchas con las tijeras ya se animan a prestar servicio a la
comunidad, cobrando mil o cinco mil’i por el tuneado o hacer algún
corte moderno para los péndex de la zona.
LA “VAQUITA”
Con los materiales cada una colabora,
se hace la “vaquita” y se compra los productos para el pelo. “Hoy
en día la peluquería es una fuente interesante de ingresos para los
que se animan trabajar, indicó Nidia Lezcano, la profe encargada de
la capacitación.
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