Amores adictivos
Querer
estar todo el tiempo a su lado, saber qué hace, piensa o dice es
algo que todas las personas han sentido alguna vez estando
enamorados. Sin embargo cuando pasamos al extremo de la obsesión por
el otro, el resultado puede ser una absoluta dependencia emocional
hacia el ser amado.
Si
bien es cierto que nadie es capaz de vivir solo, de no tener amigos o
gente alrededor que le demuestre su cariño, que le extienda la mano
pero si la necesidad de amor es desmesurada hay que replantearse
algunas cosas para no caer en esa dependencia absoluta.
Una
persona dependiente emocionalmente es aquella que necesita de la
aprobación de la pareja para emprender cualquier cosa. Que
sacrifican sus gustos, hábitos, y amistades, en beneficio de los de
su amado.
Dependencia
emocional
Las
principales características que definen a una persona con
dependencia emocional son las siguientes:
-Buscan
la constante aprobación de los demás, y en particular de su pareja.
A medida que el vínculo es más relevante la necesidad es mayor.
-Se
preocupan demasiado por caer bien a los demás. Todo el tiempo está
pensando sobre si se cae bien o mal.
-Necesitan
una atención exclusiva por parte de su pareja lo que puede generar
en el otro una sensación de invasión del propio espacio,
“cansancio” y numerosas discusiones.
-Sienten
un deseo tan fuerte de tener una pareja que se ilusionan y fantasean
sobre la misma. Se alejan de la realidad de la relación pensando que
esa es su media naranja sin apenas conocerla.
-Tienden
a adoptar posturas subordinadas en la pareja, lo que genera una
especie de desequilibrio de fuerzas". Así, el dependiente
emocional inicia un camino de degradación y pérdida de autoestima.
-Son
capaces de todo tipo de renunciamiento con tal de mantener la
relación.
-Al
entrar en este tipo de relaciones tan dependientes, la persona no
consigue llenar el vacío que le impulsa a mantener esa actitud de
amor incondicional. Más aún, este vacío se acrecienta.
-Algunas
veces no pueden soportar la idea de estar sin la otra persona pero
realmente desconocen el motivo. Necesitan afecto, pero no saben lo
que es.
La
inevitable ruptura
En
una relación de este tipo, donde los roles están tan marcados y
existe una asimetría tan clara, la ruptura es un hecho irremediable.
Las excesivas ansias de control de su pareja llevan en numerosas
ocasiones a que este no pueda más y decida poner fin a la relación.
Después
de este golpe, la persona dependiente comienza de nuevo a buscar
pareja desesperadamente, lo cual genera un verdadero círculo
vicioso.
Cómo
superar la dependencia afectiva
El
cambio de este tipo de conductas no es imposible. Diferentes terapias
psicológicas ayudan al adicto al amor tratar de mantener unos
comportamientos moderados y transformar la visión absorbente que se
tiene de la pareja, son elementos fundamentales para la mejora.
Es
necesario aprender a dedicarse un tiempo para conocer a la persona de
la que se cree estar locamente enamorado antes de plantear un
compromiso. Otro consejo es el de ser siempre uno mismo. El engaño
sólo lleva a la frustración personal y a la decepción.
También
es necesario alimentar la vida personal y propia. Hacer cosas con
amigos, sin su compañía, disfrutar de hobbies que no se comparten,
dedicarse tiempo al cuidado o a la reflexión personal...
Comentarios
Publicar un comentario