CIRCULO DE LA VIOLENCIA
Violencia  hacia la mujer
II
Por:
Dra. Dilma Cubilla. Psicoterapeuta de parejas. dilmacubilla@yahoo.com
El 95 % de la violencia a
la mujer es de su pareja, los otros son también poblaciones
vulnerables como las niñas, niños, ancianas, ancianos, personas con
capacidades diferentes.
El hombre violento que
maltrata a su pareja, es aquel que cree que la mujer le pertenece, y
que tiene que obedecerle y hacer lo que él quiere,  muchas veces
escuché a las mujeres víctimas decir: “antes él era así, pero
ahora cambió…”, cambió el o aprendimos las mujeres a no
desobedecer, porque cuando queríamos que se tenga en cuenta nuestro
parecer, venía una golpiza, un castigo o una amenaza?
¿Cómo  se llega a esto?
Existe el llamado círculo
de la violencia, generalmente el hombre violento  no se muestra al
inicio violento, tienen técnicas muy eficaces y hacen un trabajo
buscando la sumisión de la pareja. Por ejemplo en la época de
noviazgo o inicio de la relación la mujer se siente protegida,
algunas frases: “ me importas por eso te cuido”, “ no quiero
que te pase nada”, “avísame donde te vas a ir así no me
preocupo”,  “ espera yo te llevo, no quiero que vayas sola”,
“es peligroso”, “contame todo de vos, así vamos a estar más
unido”,  que cree la mujer que él le ama, le cuida y le protege.
Debemos conocer esta trampa mortal del control, que más adelante se
va a convertir en “no quiero que salgas”, “porque tardaste en
contestarme”, “que no se vuelva a repetir”, “todo esto hago
porque te quiero”, “no te juntes con tu prima fulana porque es
una puta”, “tus amigas son todas unas bandas”, tendríamos
muchos ejemplos  más, donde lentamente de protección para a
prohibiciones y luego a torturas, “ te voy a dejar”,  “ quien
te va a querer”, “sos una inútil”.  La mujer no entiende
porque por momentos  se muestra cariñoso, tierno, pide perdón,  “
te quiero tanto “, “ no puedo pensar en vivir sin vos”,  la
mente de la mujer no puede coordinar esos mensajes tan opuestos  y 
se produce una paralización de sus actos, por miedo  a que se enoje,
 miedo a que le deje.  Es muy importante destacar que  estos son
signos que  cuando  uno convive o se casa van a ir aumentando. 
La  primera etapa del
relacionamiento, también  llamado noviazgo, es cuando aparecen 
estas conductas que se deben tener en cuenta, para seguir con la
relación, la capacitación a niñas y niños en la pubertad  y
adolescencia  es fundamental,  para que  más adelante no se
conviertan en víctimas  ni victimarios.

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