Cuando la tristeza termina en depresión
Perder
a un ser querido, a la pareja o el trabajo puede ser desencadenante
de una depresión y debe ser tratada.
La
depresión es una enfermedad que tiene cura e incluso puede ser
prevenida. Afecta en mayor porcentaje a los adultos jóvenes (20 a 25
años), principalmente al sector femenino, pero últimamente
aumentaron los casos de niños con cuadros depresivos.
Habitualmente
la gente confunde depresión con estados de ánimo o estados de
humor, que no son sinónimos. Hay días en que estamos mejor y otros,
en que nos encontramos un poco bajoneados, pero eso no necesariamente
se trata de depresión.
Cuando
se trata del trastorno debe reunir una serie de síntomas, que por
regla general son duraderos, en un mes de tiempo.
Síntomas
Si
la persona esta triste, con dificultad para concentrarse, o presenta
problemas para tomar decisiones, no le gusta nada, en ocasiones se
observa llanto fácil, irritabilidad, ansiedad, nerviosismo, le
disgusta la situación de alegría o felicidad que viven otros a su
alrededor, en situación extremas llega a desatender su aspecto
personal -no tiene ganas de arreglarse ni asearse-, si se cuenta con
estos síntomas, probablemente esté ante un cuadro depresivo, por lo
que se recomienda consultar.
Las
consultas más frecuentes son los cuadros depresivos y los trastornos
de ansiedad. Afirma que si estos trastornos no son tratados a tiempo
pueden terminar en cuadros graves. En el caso de la depresión, puede
llevar a la persona a dañarse a sí misma; mientras que la ansiedad
puede pasar a un cuadro de depresión.
Los
cuadros depresivos tienden a somatizarse, o sea puede afectar al
cuerpo, por lo general el área cardiovascular. La persona presenta
palpitaciones, dificultad para respirar, sensación de ahogo. Muchos
de los cuadros depresivos van acompañados de angustia y ansiedad.
También produce cuadros digestivos, como, malestares estomacales,
vómitos, diarreas. En ocasiones se presentan molestias
genitourinarios, que acarrea dolores al orinar, sin necesariamente
producido por un cuadro infeccioso.
Otras
de las manifestaciones se evidencian a través de cuadros de
nerviosismo, ansiedad, tensiones musculares, sobre todo en la parte
de la nuca y la espalda.
No
todos nos deprimimos de la misma manera, aunque podemos presentar los
mismos síntomas, pero la forma de expresión de los síntomas cambia
de acuerdo a cada individuo. Tenemos una historia de vida diferente,
incluso personalidades diferentes.
Los niños
En
el caso de los niños, la depresión se manifiesta de forma diferente
a la de los jóvenes y adultos. Si bien no lloran por los rincones,
manifiestan depresión a través de la conducta; presentan
irritabilidad, problemas escolares – dificultad en el aprendizaje,
se aísla, y no juega.
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