Animáte a usar esa fuerza interior especial
Cada persona tiene una fuerza especial
para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien a traumas,
tragedias, amenazas o fuentes de estrés severo como pueden ser
problemas de salud, problemas familiares, pobreza, mal de amores...
Es la capacidad de tomar impulso tras una caída.
No significa que no sufras. Cualquier
persona sufre cuando pierde a un ser querido, lo echan del trabajo
sin esperarlo o le sobreviene una catástrofe natural, sufrimiento
éste que viene acompañado de sensaciones de inseguridad y dolor
emocional. Y pese a todo la persona saca la fuerza suficiente que le
ayuda a afrontar la situación, sobreponerse y adaptarse.
No se trata de una capacidad que se
tenga o no se tenga, sino que son conductas, pensamientos y acciones
que se pueden aprender y desarrollar a lo largo de la vida. Los psicólogos usamos un término técnico para eso: resilencia. Pero entre vos y yo podemos llamarlo "esa fuerza interior" especial que todos tenemos, animáte a usarla!.
¿Cuál será el punto de partida?
1. Aceptación. Asumir lo trágico de
la vida como parte de la misma, como parte del desarrollo, para así
poder transformarlo en un aprendizaje más, en el camino del
crecimiento personal.
2. Actitud Positiva. Al mal tiempo
buena cara. Se trata de ver dentro de lo traumático, la oportunidad
que nos hará renacer.
3- Sin miedo. Se trata de dejar atrás
los miedos, buscando con ello ganar en confianza con uno mismo y con
los demás. El miedo, aunque totalmente imprescindible como mecanismo
de defensa de nuestro organismo, acaba siendo limitador si no ponemos
el empeño en afrontarlo. Debemos permitirnos sentir emociones
intensas sin temerlas ni huir de ellas. Hay que afrontar los
problemas y buscar soluciones.
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