“Nos encontramos para charlar, pero eso terminó en un motel”
SIN PENSAR. Se enamoró de
su primo
HACE 7 AÑOS ya la vio y
quedó flechado con ella, pero esa vez ni lo saludó porque
despreciaba totalmente a la familia de su papá
Siempre viví con mi mamá
y mis dos hermanos. Nunca conocí a mi papá. Mis hermanos ya lo
conocen y se reunieron con él después de la muerte de mi mamá. Soy
la menor y la más rencorosa creo. No me nace perdonarlo o verlo como
mi padre. A su familia tampoco lo conocía hasta hace dos meses.
Entre ellos estaba un primo que en un primer momento no me llamó la
atención porque estaba acompañado de una mujer (un poco mayor que
él, pero era evidente que era su pareja).
Conviven, pero no están
casados ni tienen hijos en común. Cada uno tiene hijos, pero con
anteriores parejas. Luego de un tiempo mi primo empezó a escribirme
y llamarme mucho y a mí me agradaba. Y como yo no le veo como un
familiar, pues ni lo conocía hasta hace un par de meses, las
conversaciones seguían y empezó a gustarme. Ya somos grandes. Yo
tengo 31, él 35. Nos encontramos un día a “charlar”, pero eso
terminó en un motel donde tuvimos relaciones. Eso se repitió unas
veces más hasta que tomé conciencia de que es una locura. Él dice
que hace 7 años ya me vio y quedó flechado conmigo, pero esa vez yo
ni lo saludé porque despreciaba totalmente a la familia de mi papá.
El hecho es que ahora siento que lo quiero demasiado y él no para de
escribirme cosas lindas y yo no sé qué hacer. Nunca hablamos de que
termine su relación actual, porque aunque lo hiciera, nadie en el
mundo nos apoyaría. A veces pienso también que no es amor
precisamente, sino esa adrenalina de lo prohibido y lo clandestino.
Pero no puedo pasar un instante sin saber de él y siento que le pasa
igual, pues a veces trato de no escribirle ni contestarle. Le
ignoro... Y él se vuelve loco. No sé cómo terminará esto. Pero
sospecho que nada bien. ¿Qué me puede aconsejar?
“Ahora siento que lo
quiero demasiado y él no para de escribirme cosas lindas y yo no sé
qué hacer”
“Nunca hablamos de que
termine su relación actual, porque aunque lo hiciera, nadie en el
mundo nos apoyaría”
“A veces pienso también
que no es amor precisamente, sino esa adrenalina de lo prohibido y lo
clandestino”
ALEJANDRA, DE FERNANDO DE
LA MORA, 31 AÑOS.
LA RESPUESTA: El lado
oscuro que atrae
Un miedo
consciente
gratificante
Existen diferentes tipos
de amor. Para muchas personas los amores prohibidos son más
atractivos. El amor verdadero como una emoción a largo plazo es muy
distinta a un romance pasajero, que se da como una emoción intensa,
donde hay una gran cantidad de pasión y mucha fantasía, pero dura
poco, a corto plazo se termina.
Tus palabras son muy
claras, no es amor precisamente lo que sientes sino la adrenalina de
lo imposible. Es aquello que se puede pero no se debe, considerado
sancionable y que si se realiza es juzgado por las personas como malo
o incorrecto. Es lo que se dice un “miedo consciente”, que no es
doloroso como el que experimentamos ante una amenaza externa, sino
que es un temor gratificante. Según el psicólogo inglés Michael
Belint la diversión del “lado oscuro” aparece porque somos
responsables de esa atracción y la podemos controlar. Sin embargo,
no todo el mundo vive con igual fuerza el deseo de lo prohibido,
debido a que hay factores ambientales y genéticos que lo modulan. Y
agrego esto: la libertad que todos tenemos de elegir con quién
queremos estar, amar, vivir. Sería interesante que analizaras cuáles
son tus intereses, qué tipo de relación es la que buscas o si solo
deseas vivir el momento intenso con tu amor prohibido. Si sientes que
las cosas no terminarán bien con tu primo, es mejor alejarte, pero
debe ser una determinación sin vueltas, no solo un deseo.
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