La rica historia de la líder Mbya Guaraní
UNA MUJER CON SABIDURÍA MEMETE
Foto:
El presidente Horacio Cartes recibe un
presente de la jaryi Mbya Guaraní, Sara Benítez, durante una
entrega de viviendas sociales en Coronel Oviedo.
Hace 25 años se adaptó a la vida
indígena con el único deseo de ayudar a la comunidad
Por Omar Jara, publicado en Crónica 24 de noviembre 2013.
“Me formé en la escuela de los
bosques”, dice Sara Benítez, una mujer de grandes conocimientos y
fluida oratoria que asegura no tiene ninguna formación académica
pero sí una historia no muy común.
La conocen como una jaryi (lideresa) de
los Mbya Guaraní en la comunidad indígena de Santa Teresa de Raúl
Arsenio Oviedo, Caaguazú.
Es una indígena con todas las letras,
aunque antes no era Mbya Guaraní. Nació y vivió muchos años en
Eusebio Ayala (Barrero Grande), Cordillera. Luego tuvo contacto con
los nativos y le nació el deseo de ayudarles, según confiesa. “Los
abuelos me dijeron, si realmente quiero ayudarlos la única forma es
volviéndote uno de ellos. Tienes que ser uno más de nosotros, solo
así puedes pensar, puedes sentir, puedes ver y entender de qué
manera nosotros vemos la vida, qué es lo que hacemos en estos
lugares y cómo es que necesitamos aproximarnos a las demás
sociedades”, contó
Agregó que “los sabios de la
comunidad me hicieron entender que yo podía darles muchas ventajas,
porque conozco ese mundo que estaba alejado de ellos y ellos lo
transmitirían a los suyos y yo sería el nexo entre dos mundos. De
eso hace 25 años y heme aquí como una mujer Mbya Guaraní”, dijo
con satisfacción.
SOLTEROS POR SIEMPRE
Al ser consultada sobre su estado civil
la lideresa he’i que la identidad cultural está determinada por lo
que uno piensa, siente y vive coherentemente. “Si yo soy guaraní o
si soy mbya debo vivir conforme a eso, adoptar las costumbres, la
forma de vida, las creencias y estar en comunión con la naturaleza”,
refirió. Un Mbya Guaraní nunca se casa. El casamiento es una figura
que no existe en el pueblo Mbya, pero pueden tener hijos porque para
eso solo hay que amarse, no se necesita casarse. “Yo tengo dos
hijos”, contó.
Comentarios
Publicar un comentario